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Volver a la cocina, volver al corazón

Volver a la cocina, volver al corazón

¡Listo! Para los taquitos de Huevo en Salsa verde, con quelites de doña Marce (Tlaquilpa) y cilantro de punta.

…este plato hondo me gusta porque siempre está listo. Hoy por ejemplo listísimo para recibir la mano con una tortilla para agarrar ese huevito con todo y hojas.

Y si me preguntan a qué saben los quelites crudos les diría que saben como a cuando te cae algo inesperado, que te salta! Que te saca, predispuesto o no, al inicio el sabor pareciera extraño uno se siente un poco más animal

Cuando me los comí así crudos y frescos por primera vez dije… » Parezco vaca» jajaja y ¡si! Jaja, pero saben esto de la masticada de hojas me llevo a tomarme un momento más de lo habitual para disfrutar de la comida, salir de los sabores conocidos para explorar otros. Este por ejemplo primero me hizo transportar me a un pastizal y eso solo fue el inicio.

¡Fue increíble! No solo era eso, era un ¡Bum! De sensaciones, mi mente vuelta loca buscando recuerdos, sensaciones con que asociarlo ¡Puf! No había mucho, como cuando vas a una librería y solo hay cosas equis, así mi mente no encontró mucho.

Sin embargo allá hasta el fondo, en lo más polveado junto a la torre de libros y sensaciones amontonadas, unas hojas que que contienen una mezcla entre historia, geografía, biología, con un toque de amargura. Saben a pasto, saben a ceniza, saben humanidad, saben a los primeros pobladores. En la boca la sensación como de cepillarse los dientes con un puño de hierbas verdes.

Así sabe un quelite crudo. Quizás solo a mi me sabe a recuerdos, quizás a los más primitivos, quizás solo a un libro viejo. Quizás.

Por ahora soy feliz de sentir-me más cerquita de la cocina, en mi interpretación del mundo a través de ella, de los alimentos y su magia.

Nelly Sánchez L.